Todos los que de alguna manera tenemos que usar nuestras habilidades de liderazgo en el entorno de trabajo o dirigir directamente a un equipo de personas, estamos dispuestos a invertir en aumentar nuestras capacidades como líder.
A muchos, cuando se les pregunta qué es lo más importante que las atrae en un líder, afirman que es: su PRESENCIA.
A veces me he preguntado si esta cualidad, la PRESENCIA, es una capacidad con la que nacemos, o si se puede desarrollar. Después de un tiempo de investigación, mi respuesta definitiva es que se puede desarrollar.
QUÉ PUEDES HACER PARA DESARROLLAR TU PRESENCIA COMO LIDER
Podríamos caer en una discusión interminable sobre cuál es la mejor manera de desarrollar “la presencia” de un líder, pero prefiero limitarme exclusivamente a mi propia experiencia. Estoy segura de que hay otras maneras de desarrollar esta cualidad, pero para mí, la capacidad de escuchar profundamente es clave en el proceso de construir mi propia presencia.
Todos queremos ser escuchados, entendidos, tomados en cuenta. La persona frente a ti también se encuentra en la misma situación.
Es muy fácil notar si la persona delante nuestro está con nosotros o no.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, así que te daré algunas ideas. Puedes empezar usándolas y desarrollar tu propio camino hacia el escuchar profundo.
EMPIEZA ESCUCHÁNDOTE A TI MISMO
Puede que te parezca un poco contradictorio, pero páratelo a pensar detenidamente.
¿Cómo puedes estar presente para alguien más si no estás presente para ti? ¿No sería un poco falso?
Cuando el liderazgo no es auténtico, cuando lo forzamos, los otros también lo notan. A la larga, esto no puede durar, e incluso si lo hace, probablemente terminemos insatisfechos.
Cuando nos prestamos atención a nosotros mismos y somos conscientes de nuestras propias fortalezas, fallos, contradicciones, capacidades, tendencias innatas, etc. … podemos escuchar con mayor atención a los demás, ya que nos sentimos más equilibrados por dentro y liberamos el espacio para abrirnos a los demás.
La herramienta que uso continuamente para profundizar mi capacidad para escucharme a mí misma no es nada complicada.
Yo uso, mi propio cuerpo. Y lo uso de dos maneras muy específicas:
- Medito a través de los alimentos aplicando la alimentación consciente o Mindful Eating, como una forma de ser consciente de cómo y dónde en mi cuerpo puedo sentir mis emociones y pensamientos.
Te invito a que leas esta publicación para introducirte al tema de Mindful Eating.
- También uso Focusing, una técnica propuesta por Eugene Gendlin. Requiere algo de práctica, pero es una herramienta muy poderosa
Te invito a que leas esta publicación para introducirte al tema de Focusing.
Estas dos prácticas, aunque muy útiles, requieren un aprendizaje bastante profundo y mucha perseverancia.
Así que, a continuación, voy a compartir algunas herramientas más sencillas que solo requerirán de ti un cierto compromiso y un poco de perseverancia, y que te ayudarán a escucharte profundamente.
3 SENCILLAS TÉCNICAS PARA INCREMENTAR TU CAPACIDAD DE AUTOESCUCHA Y ESCUCHA AJENA.
- PRESTA ATENCIÓN Y ESCÚCHATE A TI MISMO HABLANDO:
¿Cómo hablas ¿Cuál es el tono de tu voz? ¿Estás exponiendo todos tus pensamientos de manera clara? ¿Estás dando algo por hecho?
Al saber lo que sucede contigo al hablar, podrás relacionarte con el discurso de la persona frente a ti mucho más fácilmente.
- CUANDO ESCUCHES A ALGUIEN,
Presta también atención a la conversación que mantienes en tu mente sobre lo que la otra persona está diciendo: ¿te apetece interrumpir? ¿Recibes la información necesaria para proponer una alternativa o refutar su posición?
Solo presta atención sin juzgar tu conversación interna, solo estamos buscando información. Intenta únicamente ver qué puede impedirte conectar con el hablante.
- PRÁCTICA ESCUCHANDO PROFUNDAMENTE
Relájate, y desde esa relajación interna, intenta mantenerte abierto solo a recibir la información del hablante. No hay necesidad de juzgar. Escuchar profundamente no significa que estés de acuerdo con lo que dice la otra persona, simplemente estás siendo presente, y respetándole como ser humano.
¡Te lanzo un desafío para el próximo mes!
Regala tu presencia y escucha a la persona con la que hablas en un momento concreto.
Intenta estar allí para él o para ella.